ARIADNA

Cada 9 años se pedían tributos para alimentar al Minotauro del laberinto. Se pedían a 7 hombres y 7 mujeres. Teseo un año se ofreció voluntario para ir con los tributos y matar al minotauro para terminar con la maledicción. Su padre, al estar seguro que Teseo mataría al monstruo, le regaló un juego de velas para el barco: una negra, para que se la pusiera en su ida, por el duelo de que iban a morir; y una blanca, las cuales pondría en la nave en el caso de que volviesen a casa con él vivo. Y así lo hizo, al partir puso las velas negras y prometió usar las blancas.

Ariadna era una chica que vivía con el Minotauro. Cuando los tributos y Teseo llegaron, ésta se enamoró de Teseo a primera vista. Ella le regaló un ovillo de lana, para a la hora de salir del laberinto no tener pérdida, y una espada con la condición de que si lo aceptaba se casaría con ella, y aceptó los regalos. Teseo venció al Minotauro y huyó junto a los tributos y Ariadna. 

Teseo y Ariadna durmieron juntos en la playa y al amanecer Teseo se escapa con su barco deprisa y corriendo, el hecho el cual hizo que no pudiese cambiar las velas negras que llevaba puesta la embarcación por las blancas que había prometido llevar a su padre. Este acto de Teseo se cree que lo hizo porque seguía las ordenes de un Dios o que había otra mujer.

Ariadna al verse abandonada se fue a la isla de Naxos, dónde conoció a Dionosis, y se casó con él. Éste le ofreció como regalo de boda una corona con joyas preciosas. Ariadna envejeció junto a él. Cuando ésta murió, Dionosis lanzó la corona hacia el cielo. Mientras iba cogiendo altura, las joyas se iban convirtiendo en estrellas. 

En cambio, Teseo cuando volvió a la isla, su padre lo esperaba en el acrópolis. Al ver el barco desde allí con la vela negra ya que a Teseo no le dió tiempo a cambiarla, creyó que su hijo estaba muero. Desde allí mismo dónde estaba él, se lanzó y se suicidó.